Las enfermedades de trasmisión sexual o las infecciones de trasmisión sexual causadas por bacterias generalmente son más fáciles de tratar. Las infecciones virales se pueden controlar, pero no siempre se pueden curar.
Si estás embarazada y tienes una infección de trasmisión sexual, recibir tratamiento de inmediato puede prevenir o reducir el riesgo de que tu bebé se infecte.
Los tratamientos para las infecciones de trasmisión sexual, según la infección, suelen ser uno de los siguientes:
Antibióticos. Los antibióticos, a menudo en una sola dosis, pueden curar muchas infecciones bacterianas y parasitarias de trasmisión sexual, como la gonorrea, la sífilis, la clamidia y la tricomoniasis. En general, recibirás tratamiento para la gonorrea y la clamidia al mismo tiempo porque las dos infecciones suelen aparecen juntas.
Una vez que comiences el tratamiento con antibióticos, es necesario que lo completes según la receta médica.Si crees que no podrás tomar los medicamentos según las indicaciones, díselo al médico. Es posible que exista un tratamiento más corto y sencillo.
Además, es importante abstenerse de tener relaciones sexuales hasta siete días después de haber completado el tratamiento con antibióticos y de que cualquier llaga se haya curado. Los expertos también sugieren que las mujeres se vuelvan a realizar un examen en unos tres meses porque hay una alta probabilidad de reinfección.
Medicamentos antivirales. Si tienes herpes o VIH, te recetarán un medicamento antiviral. Tendrás menos recurrencias del herpes si combinas la terapia supresora diaria con un medicamento antiviral recetado. Sin embargo, sigue siendo posible contagiar a tu pareja con herpes.
Los medicamentos antivirales pueden mantener la infección por el VIH bajo control durante muchos años. Sin embargo, seguirás siendo portador del virus y podrás trasmitirlo, aunque el riesgo es menor.
Cuanto antes comiences el tratamiento contra el VIH, más eficaz será. Si tomas los medicamentos exactamente como se te indica, es posible reducir la carga viral en la sangre de modo que apenas pueda detectarse.
Si has tenido una infección de trasmisión sexual, pregúntale al médico cuánto tiempo después del tratamiento debes repetir la prueba. Si te vuelve a realizar la prueba, te asegurarás de que el tratamiento haya funcionado y de que no te hayas vuelto a infectar.
REFERENCIAS
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/sexually-transmitted-diseases-stds/diagnosis-treatment/drc-20351246
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